Dos dogmas, dos retos.

“Cuando el dogma sea proclamado, entonces la señora de todos los pueblos dará la verdadera paz al mundo”.

Por. José Álvaro Cardozo Salas.

Para hablar de los dogmas marianos aprobados por la iglesia católica hoy, es necesario ahondar en el señorío de María y la unión hipostática que la hace especial y única, a esta bella creatura pre destinada desde la misma creación, ningún ser humano a alcanzado tanta intimidad con la Santísima Trinidad como ella.

Hoy me referiré al último dogma; María asunta en cuerpo y alma a los cielos, promulgado por SS Pio XII el 1º de noviembre de 1950, en la Constitución Munificentisimus Deus. Y me refiero en particular a un personaje italiano enemigo de la iglesia y que estaba obsesionado por demostrar que el dogma de la inmaculada concepción no tenía fundamento, igual que la virgen María tuvo más hijos, me refiero a Bruno Cornacchiola fue comunista y protestante casado con Yolanda Lo Gatto, odiaba al papa, a la iglesia y quería asesinarlo, de hecho compro una daga e hizo grabar  la insignia “Muerte al papa” trató de convencer a su esposa que debía retirarse de la iglesia e irse de ella, a lo cual Yolanda accedió con una condición, que comulgaría con ella durante los nueve primeros viernes de mes, a lo cual Bruno accedió, después de esto se hicieron adventistas.

Para abril de 1947 fue a escribir a un parque en los extramuros de Roma, en Tree Fontane, lugar donde fue decapitado San Pablo, y su cabeza al caer al suelo golpeo tres veces, de allí brotaron 3 fuentes de agua. Bruno busco un lugar tranquilo para escribir en compañía de sus tres hijos, Juan Franco, Carlo e Isla cuatro, siete y diez años. Mientras escribía vigilaba a sus hijos hasta que no volvió a ver a su hijo pequeño, fue a buscarlo de inmediato, y lo encontró en una pequeña cueva de rodillas y sonreía, entonces se acercó y le escuchó la siguiente frase, “Bella señora, Bella señora” Bruno se molestó mucho, allí llegaron sus otros dos hijos que al ver la escena cayeron de rodillas repitiendo la misma frase, Cornacchiola entró en pánico, los niños palidecían estaban fríos y tan pesados que ni si quiera podía moverlos, dijo angustiado “Dios mío sálvanos”  de repente siente que dos manos le empujan de los hombros obligándolo a arrodillarse y entonces la ve, la misma virgen María quien le dijo; “Soy la virgen de la revelación. Tú me has perseguido ¡Ya basta ¡entra en el redil, el juramento de Dios es santo, los nueve viernes que hiciste antes de entrar al redil de la mentira son los que te han salvado. Obedece a la autoridad del santo padre”.

Desde entonces Bruno convertido se volvió en un gran apóstol mariano, la virgen le dejaría varias misiones,  entre otras reconciliarse con los sacerdotes y en especial con el papa, a quien tenía intenciones de matar, y una en particular que me anima a escribirles esto, la virgen le pone esta tarea, ve y busca en el convento de las hermanas Maestras Pías Filipenses allí encontraras una religiosa de apellido Pachelli, hermana del cardenal Eugenio Pachelli, la misión consistía en decirle a este cardenal que el seria el próximo papa, y que en su pontificado se promulgaría el dogma de la Asunción a los cielos, como tal ocurrió, el papa se llamaría Pio XII, quien no solo promulgo el dogma, sino que construiriría una capilla en el lugar de la aparición.

Bruno tuvo varias visiones proféticas, la guerra de Yom Kipur (1973), el secuestro de Aldo Moro (1978), el ataque a Juan Pablo II (1981), el desastre de Chernóbil (1986) y la caída de las torres gemelas en New York (2001). Moriría en junio del 2001 en Roma.

Esta bella historia de los dogmas y en especial la de la Asunción me pone a pensar en el otro dogma que pide nuestra señora,  en Ámsterdam el 11 de Febrero de 1951 se presentó como así; “Yo soy la señora, María, Madre de todos los pueblos” se lo dijo a la vidente Isje Johanna Peederman que  murió en 1996 y a ella le pide que hable con el papa y proclamen como “María corredentora, medianera y abogada” cuando el dogma sea proclamado, entonces la señora de todos los pueblos dará la verdadera paz al mundo”.

Ahí les dejo estas dos perlitas, no veo a la iglesia en esta crisis por la que estamos pasando apuntándose a este dogma, ya que por solo sentido común el único redentor es Jesucristo, el papa Francisco en la “Patris Corde” (con corazón de padre, dedicado a San José) apenas se asoma con San José llamándolo servidor de la redención, pero ya asomarse a promoverlo como Co redentora a la Virgen María, creo que ninguno de los que estamos vivos todavía veremos este dogma, pedido desde 1951 hace 72 años, para mí lo que importa es que gracias a ella tenemos a Jesús, gracias a ella y  a su auxilio seremos salvados del mismo infierno, y gracias a ella y al triunfo de su inmaculado corazón, saldremos adelante de toda esta locura del mundo.