El buen cristiano no habla mal de su prójimo

El chisme no es una práctica de buenos cristianos

Ewduard Diaz

Eulalia y Eugenia son como dos gotas de agua, idénticas por fuera, más en su forma de ser son como el agua y el aceite. Eulalia es chismosa y cizañera. Moralmente, se cree superior a todos en la comunidad donde vive, por lo cual piensa tener el derecho de criticar y hablar sobre la de todos levantando chismes y calumnias.

Por su parte, Eugenia es cristiana. Todos en su pueblo la adoran. A diferencia de su hermana, ella trata a todo el mundo considerándose igual de pecadora a ellos. No habla de nadie. Si no tiene palabra de bendición, o algo bueno que decir, prefiere callar. Aplica lo que dice el proverbio: “el que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo; más el hombre prudente calla” Proverbios 11:12.

El buen cristiano, como Eugenia, es sabio, prudente y ama su prójimo como a sí mismo, lo cual implica no hablar del otro a sus espaldas, no levantar falso testimonio, ni sentirse superior a sus congéneres, porque sabe y entiende que es igual de pecador y que necesita de la obra de Cristo para limpiar sus pecados, por eso en lugar de hablar del otro con cizaña, lo hace con amor y misericordia, considerándose a sí mismo igual que el.

 Por eso, mi estimado lector, cuide su lengua y mírese primero antes de hablar contra su prójimo.

Edward Andrés Díaz Reina
Comunicador Social y periodista
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