El domador de ratas de la ciudad de Ibagué

Jorge Joaquín Urueña, y sus particulares mascotas que son poco tradicionales dentro de la sociedad.

Por lo general cuando se habla de mascotas se hace alusión a los típicos animales que se pueden tener en el hogar como perros, gatos, conejos, peces, y nunca una rata, quizás lo más parecido es un hámster, pero el señor Jorge es un caso totalmente diferente que ha optado por cuatro raticas como sus mascotas. Las cuales todas son hembras no tiene machos porque dice “que eso se reproducen mucho y le saldría mucho más caro la manutención”.

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Le basta con las cuatro que conserva a las que les ha puesto como nombres de Bellota, Bombón, Burbuja, Estrellita. Ellas son muy cariñosas, juguetonas con su amo, pues a él se las trajeron cuando estaba muy pequeñas. Don Joaquín las trajo dos de Bogotá y las otras dos de Santander.

Los hábitos de Bellota, Bombón, Burbuja, Estrellita, son muy nocturnos como todos los roedores (Muridae), y es natural, ya que por más domesticadas que estén su instinto animal está ahí, sin embargo, ellas no son agresivas ni les tienen miedo a las personas y también poseen las vacunas contra la rabia.

Y su alimentación es totalmente diferente a las típicas ratas de alcantarillas que comen cuanta cosa encuentren, en cambio, las raticas de Joaquín se alimentan de concentrado para hámster y avena.

Ellas viven en una madriguera que ha adecuado dentro de una jaula, la cual le realiza el respetivo aseo todos los días para que no se enfermen las ratas y para que no se produzcan malos olores. Casi siempre se la pasan encerradas, pero cuando don Jorge o alguien de su familia quiere interactuar con sus mascotas las sacan y pasan un muy buen momento en familia.

Como toda nueva situación hay adeptos y otros no, lo mismo le ha pasado y le seguirá sucediendo a don Jorge cuando van visitas a su hogar, ya que no es muy habitual tener como mascotas ratas, y les genera algo de miedo o asco, sin embargo, él les manifiesta que son ratas de criadero y no de la alcantarilla, es ahí cuando algunos cambian de opinión e interactúan también con las raticas.