ÁRBOLES DE VIDA
Centauro Televisión La vida cristiana debe dar frutos
Ewduard Andres Diaz Reina
Saulo de Tarso, Agustín de Hipona, John Hus, Lutero, Calvino, entre otros, son algunos nombres que se encuentran en los anales de la historia, cuyo fruto fue como árboles de vida. Sin embargo, todos, hombres y mujeres, estamos llamados a dar también este fruto, como dice proverbios 11:30:
“El fruto del justo es árbol de vida; Y el que gana almas es sabio”
El abuelo Pedro, Nohora, la modista, y Eugenia, la hermana de doña Eulalia, son ejemplo de esto. Si usted es seguidor de estas columnas, ya tendrá identificados los personajes. Pero permite describirlos brevemente.
El abuelo Pedro es un octogenario, amado y considerado por muchos como un hombre sabio. Con sus enseñanzas y consejos bíblicos ha contribuido al crecimiento espiritual de sus allegados.
Nohora, la modista y amor secreto del abuelo, es una anciana que enseña el evangelio a todo a aquel que Dios le pone delante. Por supuesto, todos sus clientes han escuchado la palabra de Dios de su boca, logrando ganar para Cristo a muchos de ellos.
Y Eugenia, quien ya falleció, era una mujer amada por su comunidad, generosa, y dispuesta a ayudar y aconsejar con el evangelio a todos. En su pueblo la amaban. Su legado fue una comunidad cristiana fuerte y espiritualmente próspera en el municipio.
Todos estos personajes, sin ser famosos, han ganado almas para Cristo, y han dado como fruto árboles de vida, porque sus obras contribuyen al avance del evangelio y fortalecimiento espiritual de su prójimo.
Mi estimado lector, ¿Su fruto es un árbol de vida que contribuye al avance y fortalecimiento de la fe?, o ¿es su fruto un árbol de la muerte?
Recuerde que un buen cristiano tiene que dar fruto, y este debe ser como árbol de vida.
Edward Andrés Díaz Reina
Comunicador Social y periodista
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