Dios elimina al impío

Los malos no permanecerán.

Ewduard Andrés Diaz Reina

Muchos caminan por la vida sin detenerse un segundo a reflexiones sobre el atributo de la ira de Dios. Ciertamente, todos conocemos y experimentamos el amor de Dios. Es el atributo del que se habla con más frecuencia en los púlpitos de las iglesias, o en cualquier plataforma donde se enseña el evangelio. Lo contrario sucede con el atributo de la ira, es, quizás, el más olvidado, al punto que al hablar de el muchos consideran que se habla de otro dios. Pero Dios no se avergüenza de mostrar su ira. La Biblia habla tanto del amor, como de la ira del Creador.

Si me dedicara a mostrar cada texto donde Dios ha manifestado su ira en las escrituras, este artículo sería de 10 páginas o más. Uno de esos pasajes donde se ve con claridad este atributo es proverbios 12:7 que dice: “Los malvados se derrumban y dejan de existir, pero las familias de los justos permanecen”.

El exterminio al que fueron sometidos los pueblos paganos que habitaban la tierra de Canaán cuando los israelitas entraron en ella para poseerla, es un ejemplo gráfico de lo que ha de suceder a los impíos. El mismo Dios se encargará de exterminarlos sin dejar rastro de ellos. Hoy esto pasa a menor escala, pero cuando llegue el día del juicio, todos los incrédulos, los que no rindieron su vida al Creador, los que no limpiaron sus culpas en la Sangre de Cristo, estos a los que el pasaje llama “malos”, serán erradicados de la faz de la tierra.  Aquel día será de terror, y no de amor, a tal punto que gritarán a las montañas y las peñas, diciendo “Caed sobre nosotros, y libradnos de la ira del Cordero”(Apocalipsis 6:16)

Pero los justos, los que lavaron sus culpas en la sangre de Cristo, junto con sus descendientes que también sean creyentes, permanecerán para siempre en la presencia de Dios. Así como Israel recibió la tierra de Canaán por heredad, los creyentes recibirán por heredad perpetua el cielo y la tierra nueva que Dios establecerá luego de erradicar a los malos.

Mi estimado lector ¿De qué lado quiere estar usted? Tenga en cuenta que con Dios no hay puntos medios. O está usted del lado de los justos o está del lado de los malos.

¡Que Dios le ayude!

Edward Andrés Díaz Reina
Comunicador Social y periodista
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