Ibagué sucia de basura

Óptica periodística

Nelson Germán Sánchez Pérez -Gersan-

Más allá de que pronto se tenga que dar la discusión pública de dónde la ciudad capital del departamento del Tolima deba depositar su basura y residuos, porque la vida del relleno sanitario La Miel pareciera estar llegando a su punto de colmatación, la que sí se debe dar hoy es sobre la basurq que  se ve por todas partes tirada, regada y abandonada.

Algo está pasando con los tiempos, las frecuencias, la cantidad de personas a cargo de la recolección de basuras y el aseo de las calles, porque en algunos barrios  y en avenidas principales o de las rutas del transporte público, se evidencian montículos de desperdicios o bolsas de basura de la empresa a cargo de esta actividad, dejadas allí por tres o cuatro días.

Mismas bolsas que son rotas por perros, habitantes de calle o gallinazos, generando muladares por doquier, malos olores, moscas y roedores. A propósito, no sé si se han percatado algunos ibaguereños precisamente de esa cantidad de gallinazos, chulos o aves de rapiña que se ven de manera más cotidiana en avenidas y lugares públicos de la ciudad a todas horas, precisamente atraídos por ese basurero a cielo abierto en que se está transformando Ibagué.

Cabe decir, también, que sin duda hace falta todo un proceso de pedagogía y conciencia ciudadana frente a no arrojar basuras a la calle ni sacar desperdicios o dejar las bolsas en horarios y días distintos a las que pasa el carro recolector de la empresa que tiene ese jugoso negocio  y que, dicho sea de paso, cobra unas nada despreciables tarifa por el aseo, la recolección y el depósito.  

Pero sea lo que sea, es necesario no cerrar los ojos frente a lo que es evidente para todos: algo está pasando con ese servicio, algo está fallando y se nota de bulto; y es mejor decirlo, investigarlo, cuestionarlo y debatirlo ahora antes de que el tema se salga de control. No vendría mal un pronunciamiento de las autoridades respectivas.

También de Infibagué, del Concejo (cuando inicien los nuevos , porque los de hoy parecen bien quedaditos y mentecatos en su labor de control), de la Personería, la Procuraduría Ambiental y la propia Alcaldía, aunque seria mejor esperar a la nueva administración local porque con esta se supone que Ibagué avanzó, se transformó y no se que otros cuentazos, porque ahora solo hay ríos de leche y miel corriendo desde el palacio municipal hacia  todos los barrios. ¿Será por eso que hay tanta basura en las calles y chulos revoloteando?