Tolimensismos: Ecooooooo

Pido la palabra

Ricardo Cadavid

Todas las regiones del mundo tienen una manera particular de expresarse, y el Tolima, no es la excepción. Si usted cree que la palabra “eco” implica un fenómeno acústico, o que es el nombre de una ninfa griega enamorada de Narciso, es porque no ha venido al nuestro hermoso departamento.  

En el Tolima Grande, “eco”, significa muchas cosas. Es, como dirían los lingüistas, una palabra polisémica, con muchos sentidos y significados. El primer significado de “eco”, es de “asombro”.  Analicemos la siguiente expresión: “Ecooo, si usted viera ese par, eso taban dándose puras chupalinas, ¡virgen santísima!”. En esta expresión, el asombro es producto de la vergüenza por las muestras de afecto en público. La palabra “chupalina”, parece italiana, pero no lo es; es otro tolimensismo para referirse a un “beso apasionado”.

Pero la palabra “eco” también significa “rechazo”, como cuando alguien dice: “eco, pero vusté como se va a meter a ese chochal”. Allí el sujeto hace un reclamo sobre el sentido común de su interlocutor, que: “ecooooo”, se metió a un chochal de mala muerte. Chochal también es un tolimensismo que usamos para referirnos a lugares de mala reputación, como los prostíbulos o el congreso.  

Hablando de política, la palabra “eco” también se usa para expresar indignación, por ejemplo, cuando alguien dice: “Ecoooooo, vusté como me va a hacer una propuesta de esas, si yo soy un político honesto… ¿De cuánto tamos hablando?” Se puede apreciar que la indignación, en algunos los políticos, es inversamente proporcional a la cantidad de recursos en juego: a más recursos, menos dignidad.

La palabra “eco” también cobra sentido de acuerdo con los gestos y posturas de quien la pronuncia. Por ejemplo, si el sujeto hace con las manos una concatenación digitopalmar (algo asi como unirlas en una especie de aplauso sordo), es porque “eco” va a expresar lástima: “ecoooooo, cómo se fue a morir si era tan jovencito…”. Si queremos hacer énfasis para que la palabra “eco” implique un sentimiento de dolor y conmiseración, se agrega la expresión “buen primor”, asi: “ecoooooo, pero como no le aprobaron la reforma laboral al dotor…buen primor”.

Finalmente debemos decir que “eco”, también puede ser una expresión de enojo, como cuando gritamos: “ecooo, ta´ culimbo”. Usted entiende, de inmediato, que el sujeto está enojado, aunque la frase sea de difícil traducción porque “eco” es muchas cosas; en cambio “culimbo”, es un niño de corta edad, o algo pequeño e insignificante; entonces esa oración parece no tener mucho sentido; sin embargo, un tolimense de pura cepa no requiere consultar a la Real Academia de la Lengua Española; entendemos que nos quieren decir: “tiene huevo”, o en el peor de los casos: “¡ni por el chiras!”.

El trabajo de traducir nuestro lenguaje es casi eterno, porque “el Chiras”, también es otro tolimensismo para referirnos al “diablo”, pero todos sabemos que “eco, ni por el chiras” no tiene nada que ver con el diablo; más bien se aproxima a “ni por el %#*”, pero esa expresión no podemos decirla por estos medios o nos sancionan y quien se aguanta a los censores comentando: “ecoooo, cómo fue a decir eso… ¿no le da pena?”