TURBULENCIAS

Los conflictos del necio

Ewduard Andrés Diaz Reina

Paseando por el centro de la ciudad, el abuelo Pedro y Pablo se cruzaron con un hombre mayor, venido a menos, a quien en su rostro se veía claramente que la vida no lo había tratado bien.

En cuanto el hombre se alejó, el abuelo comenzó a contarle a Pablo su historia. Aquel, según el anciano, era un hombre de buena familia. Cuando su padre murió heredó su dinero y todas sus posesiones. Este hombre solo tenía dos problemas, era ambicioso y dado a los deleites de la carne. Llevó una vida licenciosa y de lujos, sin medida. Por culpa de esto fue un terrible esposo y un mal padre. Turbó su casa en todos los aspectos. Perdió todo su dinero y destruyó su matrimonio.

En él ocurrió lo que dice proverbios 11:29

Los que traen problemas a su familia heredan el viento. El necio será sirviente del sabio.

Ahora trabaja en una cafetería, gana el salario mínimo, y trata de arreglar su relación con sus hijos.  Así terminan los necesito, los que viven la vida sin Cristo. Todo lo contrario pasa con el creyente. Quizás no almacenará dinero, pero será rico de múltiples formas y al morir obtendrá la mayor herencia de todas, la vida eterna en la presencia de Dios.

Por tanto, mi estimado lector. Viva para Cristo, reconcilies con Dios por medio de la sangre bendita del Cordero. Su vida será distinta. Usted conocerá la verdadera riqueza solo en Cristo, solo en la bendita cruz.

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