UNA MUJER DE VERDAD
Centauro Televisión ¿QUÉ ES UNA MUJER?
Si hubiera escrito esta columna hace unos veinte años, mi editor me habría tachado de loco y de tonto. Pero en el presente que vivimos, donde se piensa que un hombre puede ser una mujer y una mujer puede ser un hombre, es necesario definir, y dar claridad a muchas mentes confundidas sobre lo que en realidad es una mujer.
Una mujer, o como me gusta llamarlo: “Una mujer de verdad”, es definida en la biblia de la siguiente manera:
“La mujer virtuosa es corona de su marido; más la mala, como carcoma en sus huesos”(Proverbios 12:4).
En otras palabras, una mujer es aquella, que por sus virtudes, se vuelve corona para su esposo, o su novio. Esta es una mujer que sabe ser femenina. Esto es importante decirlo, porque hoy vemos mujeres bellas, realmente hermosas, que por sus ademanes y formas de vestir parecieran ser muy femeninas, pero cuando conversas con ellas, te das cuenta que su forma de pensar y actuar es demasiado masculina. Esta mujer no es virtuosa y menos la corona de su hombre. Lo más probable es que estas lleguen a ser carcoma para los huesos de aquel varón.
Una mujer realmente femenina y virtuosa es aquella que cumple con las siguientes características:
- En primer lugar, es casta. Esto significa que es una mujer que reserva su manantial para su esposo. No vive de cama en cama entregando su virtud a cualquiera para adquirir una experiencia que los hombres repelen. La castidad en una mujer es más atractiva que la promiscuidad (Éxodo 20:14)
- Una verdadera mujer virtuosa y femenina, es suave en el trato con su esposo. Ningún hombre busca como esposa una mujer brusca que habla fuerte tratando de imponer su voluntad. Estas son características muy masculinas que los verdaderos hombres repelen, porque convierten a esa mujer en carcoma para sus huevos.
Una verdadera mujer se dirige a su hombre con suavidad y ternura, y de la misma manera le hace saber sus opiniones y puntos de vista (Proverbios 31:26)
- Una mujer femenina es sumisa. Esto no significa dejarse maltratar. Es someterse al liderazgo del esposo, porque el esposo es cabeza de la mujer, y Cristo es cabeza del esposo.
No quiere decir que las opiniones de las mujeres no cuentan. Lo que significa es que sobre los hombros del varón está la responsabilidad de liderar el hogar y tomar las decisiones correctas, pensando en el bienestar de su esposa e hijos. No es que la mujer sea un cero a la izquierda, ella, con suavidad y ternura, puede hacer saber a su esposo sus opiniones y sus objeciones, considerando que él evaluará lo que ella dice, pero tomará la decisión pensando en el bien común.
La reina Ester, es un gran ejemplo de lo que una mujer debe hacer para exponer a su esposo sus puntos de vista, opiniones y deseos. (Ester 5:1-8 )
4. Una mujer muy femenina y atractiva para un hombre creyente, es aquella que confía en Dios, y se siente segura en Él (Proverbios 31:25).
5. Es una mujer que practica la piedad y la hospitalidad (Proverbios 31:20; 1 Timoteo 5:9-10).
6. Es una mujer que sabe administrar su dinero. En lugar de malgastar invierte ( Proverbios 31:16,18).
7. Es laboriosa, no vive entrometida en chismes. Ella ayuda a su esposo, más no asume el liderazgo de su familia, porque conoce perfectamente su lugar. Está pendiente de su casa, para ponerla en orden; de sus hijos, procurando que no les falta alimento, abrigo, y vigilando lo que estos hacen; por último, tiene cuidado de su esposo, procurando agradarle, y ser la ayuda idónea que él necesita, para, como hombre, cumplir su rol de cabeza y sacerdote o guía espiritual del hogar (Proverbios 31:15; 21,23,27,28; 1 Corintios 7:34).
Mi estimado lector o lectora. Si usted es mujer; estos son los atributos que debe esforzarse por cumplir para vivir su feminidad, y ser grata ante los ojos de Dios por cumplir el rol que Él le ha asignado. De esta forma se convierte en corona para su marido, como dice proverbios, capítulo 12, versículo 4.
Pero si usted es hombre, debe esforzarse por ser muy masculino, muy varonil; para así ayudar a su novia o esposa a vivir la feminidad y ser, como ya se ha dicho, corona para usted.
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