¿Ya renunciaste?

Hay que dejar todo

 Ewduard Andrés Diaz Reina

Sin importar si eres católico o protestante, por favor considera ¿Eres cristiano?, es decir, ¿Crees en Cristo como tu Señor y Salvador? Si tu respuesta es afirmativa, por favor pregúntate ¿Ya renunciaste a todo por Él?

Poco nos informan las escrituras sobre la vida de los apóstoles. Sabemos que cuatro de ellos eran pescadores, también había un zelote y un recaudador de impuestos, de quien el evangelio de Mateo narra su conversión de la siguiente manera: “Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado en el banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió” (Mateo 9:9)

Los evangelios de Marcos y Lucas coinciden con la narración que Mateo hace sobre su propia conversión. Todos dicen que se levantó y siguió a Jesús. Pero por favor no leas esto con ligereza. El texto es corto pero interesante de analizar. Porque Mateo, un recaudador de impuestos, de un momento a otro dejó todo, renunció a todo por Cristo. Cuando el texto dice “se levantó y le siguió” se refiere a que renunció a su trabajo y a toda su vida por el Mesías. ¿Por qué lo hizo? ¿Qué lo movió a ello?

Al ser un apóstol algunos pensarán que quizás era una persona buena y noble a quien Jesús llamó y no se pudo resistir. Lamentablemente, esa apreciación no es correcta. El apóstol, como dicen los evangelios, era un publicano, un recaudador de impuestos. Para la época, los recaudadores de impuestos eran odiados por los judíos, y considerados traidores. Eran judíos que se vendían al imperio romano para recaudar los impuestos con los que oprimían al pueblo. Personas ambiciosas y avaras que imprimían un gran porcentaje al valor del impuesto, y así cobraban. Entregaban a roma el valor real recaudado y el resto se lo quedaban. De esta forma acumularon riqueza y se ganaron el aborrecimiento del pueblo.

Mateo era uno de estos despreciables ladrones y ambiciosos publicanos ¿Qué hizo que renunciara a todo por seguir a Jesús?

La escritura no da mayores detalles sobre la conversión de este recaudador, pero evidentemente es una obra del Espíritu Santo. Solamente por la influencia del Espíritu de Dios, una persona puede renunciar a todo en su vida por seguir al Mesías.

Soy de los que piensa que antes de que Jesús le dijera “Sígueme”, ya el Santo Espíritu estaba trabajando en el corazón de Mateo, por eso cuando el Salvador lanzó su llamado, este no pudo hacer más que levantarse, dejar todo tirado y seguirle.

Mi estimado lector, si dices creer en Cristo como tu salvador, por favor considera ¿Ya renunciaste a todo por seguir al Mesías? No te asustes, no me refiero a dejar tu trabajo, tu familia, o tu vida como está establecida, ni tampoco a que lleves una vida ascética.

Hablo de que pongas en una balanza todo lo que has conseguido y todo lo que el mundo tiene para ofrecerte, cosas tales como el éxito profesional, realizaciones personales, fama, fortuna, en fin todo lo que tú anhelas conseguir y hacer; en relación con lo que Jesús y el reino eterno tienen para ti ¿Qué tendría más peso? ¿A qué lado se inclinaría la balanza?

Déjame decirlo de otro modo. Si tuvieras que decidir entre hacer algo que siempre has soñado o seguir a Jesús ¿Qué decidirías?

De esto hablo cuando digo “renunciar a todo”. Es estar dispuesto a dejar, incluso, nuestros sueños, para seguir al Señor.

Esto fue lo que hizo Mateo, y también el apóstol Pablo, guiados por el Espíritu Santo. El mismo Pablo llegó a decir que todo lo que tenía lo consideró como “basura”, por Cristo (Filipenses 3:4).

Para los dos apóstoles, El Hijo y el reino eterno, eran más valiosos que todo lo que tenían. Por eso, cuando el Señor pasó frente al banco de los impuestos y llamó, aquel odiado recaudador lo dejó todo, renunció a sus sueños, sus aspiraciones, a todo lo que había trabajado. En otras palabras, renunció a su vida. De esta forma encontró la vida eterna.

Así se cumple lo dicho por Jesús: “El que pierda su vida por causa de mí la hallará”(Mateo 16: 25-26)

Mi estimado lector, si dices ser Cristiano ¿estarías dispuesto a renunciar a todo en tu vida por seguir al Hijo de Dios?

 Espero que sí.

¡Que Dios te ayude!

Comunicador Social y periodista
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